Enfermo Metal Radio

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Review de Sexta Casa: "Hijo del Tiempo" (2015)




Review de Sexta Casa: "Hijo del Tiempo" (2015)

Por Santiago Pogonza

De pie, señoras y señores, ya de entrada les digo que estamos ante uno de los mejores discos del año, este maravilloso “Hijo del Tiempo” de los Sexta Casa. Conjunto que en resumidas cuentas hace Heavy Metal, pero incorpora elementos de otras vertientes pesadas, gracias a la sobrada experiencia de sus músicos, en su lucha de casi 10 años bajo esta denominación y tantos más atrás con anteriores agrupaciones. Es más que fácil adquirirlo, ya que fue lanzado y distribuido a través del respetado sello PRV Label.
El ariete que arremete para abrir el CD es “Perdido en la noche”, con un veloz rulo de batería y unos agresivos riffs hardrockeros. Pero no esperen las mariconadas del “Oh, baby, my love” de Whitesnake, la misma dureza de la letra no permitiría tal cosa (“No existen palabras ni manos amigas. El tiempo se acaba y no hay un lugar donde refugiarte ni donde pararte, estás en la cuerda solo y sin poder luchar”). Siempre con lo ochentero hasta el tuétano, la inocultable influencia de Iron Maiden dice presente en “Dagoth”, épica canción que posee un estribillo escoltado con la misma melodía vocal replicada en violas gemelas, un lujo! Habla del juego de rol “Morrowind”, de donde toman también el nombre de la banda.
La inteligente y sutil utilización de teclados se aprecia mejor con “En el infierno”, un lúgubre medio tiempo con todo el sentimiento, viva metáfora de cómo pasar un muy mal momento en la vida puede parecer estar en el mismísimo inframundo de tinieblas y suplicios. Y hablando del “más allá”, parece que el pequeño gigante Ronnie James Dio les hubiera regalado una pieza inédita, “El camino de la perdición”. Si no cabeceás y movés el piecito con este, andá a ver un tanatólogo, porque estás muerto!!! Tiene todo el groove y solos de guitarras de antología, al inicio, en el medio, en el final… por todos lados. Por un camino similar, aunque más orientada al metal clásico, aparece “Y si te vas”, con un gran estribillo, a mi interpretación (“Y si te vas no me verás caer. Quiero verte sufrir, gritar y yo sentir, tu sangre ver fluir. Y si te vas, mi amor, no he de sentir dolor… pero te buscaré y luego acabaré haciéndote el amor”).
A plena marcha manowariana se despachan con “Sigo hasta al final”, con una imponente y extensa letra “cinematográfica”, repleta de imágenes fuertes (“Me voy arrastrando por las ruinas del dolor y apunto con mi mira al medio de tu corazón, apreto el gatillo, luego te veo caer. Matando por mi vida, hoy a ti tocó perder. Pesan en mi conciencia los gritos de tu dolor, recuerdo tu cuerpo frío, seco y sin color. Siento que tu alma hoy ya no quiere volar, reclamando justicia de mí se quiere vengar”). Continúan con dos composiciones hiteras y oscuras de power metal (les recuerdo que para mí el estilo se inició con Rainbow en Inglaterra mucho antes que con Helloween en Alemania ;D), como los son “El lamento del ángel” y “Años luz”. Luego viene uno de los puntos fuertes de la placa, precisamente la canción que la titula, “Hijo del tiempo”, en la sagrada línea de las épicas canciones de la Doncella, que contra lo que parezca siempre me resultarán muy cortas, como “The rime of the ancient mariner” y “Seventh son of a seventh son”, por ejemplo. La misma tiene una sencilla lírica, pero es una verdadera rapsodia de variados momentos y colores musicales, que no es para nada frecuente encontrar en artistas de la actualidad. Y cierran con un temazo que condensa todos los estilos que posee la obra, con un inolvidable final bien melódico. Se llama "Sin un destino" y está basada en la cruda realidad argentina de hace años, con la que se podría sentir identificado casi cualquier persona que viva en el Tercer Mundo ("Una nación oscura es lo que han construido, bebiendo nuestra sangre, arrojándonos al vacío. Cerré y abrí los ojos, y echando una mirada vendieron horizontes, dejando vidas empeñadas").
Esta edición es loable por donde se la mire, hay canciones que tienen largos años de existencia pero por fin ven la luz ahora, y de la mejor manera. La producción artística final es intachable, con la experiencia de Mariano Hospital (técnico de grabación, mezcla y mastering) y Fernando Scarcella (el virtuoso batero de Rata Blanca, también drum doctor). Aunque también hay que destacar la ardua preproducción propia que laburó el cuarteto, integrado por Alan Dellarosa en guitarra, Lucas Pallanza tras los parches y Daniel Cacace en voz y guitarra (doy fé que en vivo la rompe sin descuidar ninguna de las dos cosas), también ejecutando los teclados con la colaboración de Gustavo Falcone. Los bajos fueron registrados por Litto Salerno, ya desvinculado de la banda (hoy tocando con los heavymetaleros Ignis), desde hace un tiempo se puso la camiseta de la banda Daniel Fernández con su instrumento de 5 cuerdas.
Redondeando un gran 2015 para estos muchachos, seguramente verás a "Hijo del Tiempo" en los principales charts del país y toda América Latina como lo más destacado del año... es pecado no tener esta colección de himnos!!

Agradezco a Daniel Cacace y a Daniel Fernández por acercarme este material

Aquí una muestra de la versatilidad de Sexta Casa, en un programa de televisión versionando en formato acústico "Y si te vas" y "Dagoth"!!!!





jueves, 24 de diciembre de 2015

Review de Nehilot: "Máquinas Muertas" EP (2014)




Review de Nehilot: "Máquinas Muertas" EP (2014)

Por Santiago Pogonza

Tengo en mis manos un excelente EP llegado desde la provincia de Entre Ríos, exactamente desde la bella ciudad de Gualeguay. Es de una de las bandas locales que más ha viajado para mostrar su música, los Nehilot, formados a mediados del 2011, que ejecutan un muy prolijo pero contundente metal tradicional, con influencia patente del heavy argento.
Este que es su primer material oficial tiene un marco conceptual, basado en el mundo actual, en el cual la mayor parte de la sociedad se encuentra inmersa en una general falta de valores, dejándose regir por los artefactos tecnológicos, el culto a lo material y la vorágine del ritmo de vida urbano, que promueve lo ilusorio, inmediato y fugaz. El arte gráfico bien lo refleja, con su tapa y diseño interno en colores apagados, con una olvidada máquina de escribir, una atmósfera plagada de smog, gente dependiente de una máscara antigas para sobrevivir y un oxidado engranaje en la impresión del CD. Un buen punto es la inclusión de las letras, detalle fundamental pero bastante olvidado por muchos conjuntos que logran editar en físico sus creaciones.
Con toda la furia y la artillería abre el fuego la canción que titula la placa, "Máquinas muertas", y desde su primer estrofa se entiende la intención de los entrerrianos de testimoniar el estado de una población que puede ser tranquilamente la mía o la tuya ("Comienza a amanecer, la noche ya murió, el frío espectral mil almas invadió. Las maquinarias muertas ya se echan a andar y el ruido infecta el corazón de la ciudad"). Sigue "Referentes de lo inerte", un medio tiempo en plan rocker que me recuerda la cadencia de "El visitante" de Almafuerte, también de letra gris ("Y día a día vas subido en ese tren, el que no puedes detener. Una tormenta, una vorágine, el miedo se apodera de vos... sin clemencia"). "Dejando tu dolor" es un tremendo hit de espíritu ochentero, a pesar de que algunos ritmos trabados del mismo puedan remitir a la década siguiente, su estribillo es por demás ganchero y ultrapegadizo ("Herido, golpeado, otra vez decepcionado, dejando tu dolor te vas sin mirar atrás"). Luego se sucede una impactante pieza también con buenos riffs, en inmejorable simbiosis con el bajo y la batería, llamada "Víctimas o verdugos", todos se lucen instrumentalmente luego del segundo estribillo. Van culminando con "La oscuridad de tu razón", otro que podría ser con tranquilidad corte de difusión del EP, hardrockero, accesible y certero, el que nunca vivió una historia igual o parecida tiene toda mi envidia!!! ("Y en tu negro despertar buscarás a quien amar... tu destino entre tus dedos como arena se te va. La oscuridad de tu razón me ha convertido en lo que soy, tu corazón te pedirá que ya no alimentes su frialdad con tu rencor!"). Pero el punto final del disco es "Gethsemani", un hermoso y triste momento acústico e instrumental de dos minutos y medio, con un lento punteo eléctrico, que tiene un espíritu similar a la primer versión de "30.000 plegarias" de Malón. El título proviene del lugar donde la mitología cristiana ubica el campamento (en las afueras de Jerusalén, actual Israel) donde Jesús de Nazareth pasó sus últimos momentos en libertad y realizó su última oración.
Bajo la batuta compositiva de Javier Ninno Gotusso y Claudio Abraham en voz y guitarras respectivamente, también registraron este debut Luis Sili en bajo y Gerardo Falcone en batería (recientemente alejado del grupo), todos músicos de amplia trayectoria que dejaran también su huella con los grupos Calfucurá, Verdugo Traidor, Los Cuervos, Habeas Corpus, Estrella Roja, Estigma y Meridian, entre otros.

Agradezco a Claudio Abraham por acercarme este material

Aquí la canción que titula la placa, directo para escuchar desde Youtube... dale play!!!


jueves, 17 de diciembre de 2015

Review de El Dragón: "La Máscara de Hierro" (Reedición 2014)




Review de El Dragón: "La Máscara de Hierro" (Reedición 2014)

Por Santiago Pogonza

Van pasando los años, se suceden las tendencias y revivals dentro de la música pesada, pero hay bandas de esta que cambiando o no se mantienen inoxidables, acuñando su status de clásico. Por eso es más que loable que se reedite no sólo un ítem, sino toda la obra de El Dragón, gracias a su eterno líder Juan Carlos “Olaf” Mangialavore y Fabián del Fanzine Metálica.
Este presente disco que data de 1991 es el primero de este conjunto, que Olaf constituyó en 1989, luego de hacer historia desde fines de los 70s con Lulú y durante todos los 80s con Rayo X y Chykle. Fue registrado y laburado en Estudio Panda (tal vez el mejor por esos años), y hoy se ha remasterizado con la excelsa mano de Emiliano Obregón de Lörihen, en su Virtual Estudio. A nivel gráfico hubo un rediseño general, exceptuando la tapa, se encuentran todas las letras, créditos, datos técnicos, fotos y palabras alusivasa modo de prólogo, elementos fundamentales aunque no siempre presentes en relanzamientos.
“La Máscara de Hierro” tiene una variedad y tonelaje sonoro impresionante. Siempre explotando los característicos estribillos de cancha, totalmente pegadizos. (muchas veces apoyados en los coros de la vocalista invitada Claudia Curuchet). Las canciones tienen generalmente una línea lírica épica y combativa, directa o metafórica según el caso.  Las voces y guitarras a cargo del autodenominado “comandante del metal federalista y de los ejércitos negros” están emparentadas con lo mejor de Barón Rojo, y la contundente base de bajo de José “Cito” Vitulli y batería de Walter “Fantasma” Sierra me remiten a la crudeza de Motörhead, a pesar de que, si no me falla el oído, este último ejecutó su instrumento con un solo pedal de bombo. Y es para aplaudir de pie la performance de teclados del hermano de “Olaf”, Francisco “Frank” Mangialavore, que con su Hammond aporta un imperativo toque hardrockero a lo Deep Purple y sinfónico progresivo onda Focus (de hecho hay un guiño al hit “Hocus Pocus” de los holandeses, en la canción “Hijo de mil”), con intros, colchones y solos. Todo esto es vital en el feeling blusero representado por el pornográfico (!) “Blues del infierno” y la potente “Locomotora” (sigo esperando el cover de esta por los Tren Loco…).
En las posteriores obras perderían preponderancia las teclas, no obstante intensificarían el trabajo técnico de los riffs y arreglos percusivos… aunque piezas de este debut se resistirían a salir de sus setlists en vivo en más de dos décadas y media de historia, como el himno “Soldado de metal” y la ciencia ficción de “Hombre nuclear”.
Cuernos en alto para este CD fundamental de la escena metálica local, recomiendo adquirirlo y no caer en la ignominia de los piratas, los discos rusos y/o las ediciones originales de precios abusivos.


Agradezco a Fabián De La Torre por acercarme este material

Aquí uno de los infaltables de esta placa, el homónimo que la titula:

jueves, 10 de diciembre de 2015

Review de Umbral Onírico: "Perpethiam" (2014)



Review de Umbral Onírico: "Perpethiam" (2014)

Por Santiago Pogonza

He conocido personas que viven amparándose en la sombra de lo fugaz, lo banal, lo frívolo, lo ilusorio y lo material. Que transcurren sus días de marchita existencia temiéndole a la muerte, sin saber que ya están muertos. Y tuve la fortuna de conocer personas que por fuera de los senderos del conformismo social han mirado a la muerte a la cara y sin ansiarlo han llegado a la inmortalidad, gracias a su arte, legado que quedará entre nosotros aunque sea ignorado por las masas.
Umbral Onírico es una banda de la ciudad de Longchamps (zona sur del Gran Buenos Aires), continuación de los míticos Trono Infame, formados en 1998 con experiencia previa en anteriores conjuntos extremos. Participaron del primer compilado blacker de la Argentina, “La Cofradía del Arte Oscuro”, y editaron EPs como “”Guardianes del Oscuro Infinito”, “Inmortales Creaciones” y “Artesanos del Calvario”.
Sus fundadores han despertado a la bestia, desplegando su sinfonía de truenos bajo este nuevo nombre, y creando una nueva obra maestra llamada “Perpethiam”, toma de ensayo que testimonia sin vueltas su crudo sonido. Acá no encontrarán brillantina ni fuegos artificiales de colores de bandas del palo que quieren tocar en Disney con una orquesta, sino la mala onda característica de los primeros discos de Ulver, Immortal y Emperor. De la vieja era rescatan 2 piezas infernalmente veloces como “Proclamación” y “Descenso Onis”, y son sumadas grandes canciones nuevas como “Morgorium”, “Narkatuk” y “Ventus Triumphalis”, donde impera una línea letrística con una influencia gigante del escritor H.P. Lovecraft y sus retorcidos mundos surrealistas. Cito, por ejemplo, el inaugurante tema “Combate en los puentes oníricos”: “Imágenes sin nombre trastornan el firmamento, señales que acontece la rebelión de los gremirios. Fatalidad envuelve la hondonada de los sabios. Premonición: un guerrero su batalla clamará. Sacrul Tron arrasa con sus tropas a las hordas guardianas, las cuales resisten el exterminio”... Jodidamente épico, amigos!!! Y también se tributa al gran maestro de la distopía, George Orwell, en la última de la placa, la homónima “Perpethiam”: “Máquinas vigilan en lo alto al rebaño de fieles temerosos. Pude ver grotescas catedrales que construyen la cara del miedo. Legiones de jueces ocultan la verdad, exterminando el libre pensamiento. Escapé por noches siniestras, entre ruinas que asfixiaban, navegué sobre ríos funestos, hacia el faro de la ilusión. Mi ciudad conquistada por la escoria del infausto adoctrinamiento. Y aislado aún grito tu nombre: Perpethiam! Ciudad conquistada…”.
Esta última es la única que está cantada por el bajista Jovius, viejo fan de la banda que ahora la integra. El resto está vocalizado por el baterista Airabid, creador de las excelentes letras, aunque también ha colaborado en ellas el guitarrista Vastarth, compositor de toda la música.

Ojalá sea próximo el día (o la noche, mejor dicho) en que veamos a esta agrupación sobre el escenario, para reafirmar su status de leyenda pionera de la escena más oscura de la música pesada!

Agradezco a los Umbral Onírico por acercarme este material

Aquí una de las canciones de este tesoro del black metal old school, "Ventus Triumphalis":


jueves, 3 de diciembre de 2015

Review de Necratal: "Violencia" (2015)



Review de Necratal: "Violencia" (2015)

Por Santiago Pogonza


Señoras y señores, lo dije hace mucho y lo reafirmo con esta nueva edición de los Necratal… así debe sonar el thrash del siglo XXI!!! Los pibes del partido bonaerense de Tigre, que patearan el tablero de la escena gracias a su discazo “Envuelto en llamas” (2011), vuelven a las bateas con este “Violencia”, segundo ítem con el que se elevan un par de escalones más en su línea evolutiva. Es maravillosa la manera en que invirtieron su experiencia y crecimiento para lograr superar ampliamente su debut (que reitero, es excelente!), con mejor sonido y mayor producción de arreglos de batería, solos de viola, más jerarquía del bajo y capas de líneas vocales, entre tantos detalles.
Luego de una breve intro, de excepción para los parámetros del género, incluyendo piano, guitarra acústica y acertados sampleos orquestales, se da paso a un huracán de 10 canciones que en lo musical se aleja solo un poco de la fuerte huella de Lamb of God de su primer obra, para adentrarse más en los caminos de los últimos discos de Exodus y Testament, siempre con cada vértebra de su columna endurecida con lo más vertiginoso de Pantera, ese de “Fucking hostile” y “Strength beyond strength”. Los riffeos son sencillamente asesinos, nunca dan descanso.
Los temas de inspiración siguen siendo los mismos, las letras hablan de sobrevivencia, del mundo hostil, de desequilibrios mentales y la decadencia político-social imperante. Ya la pieza que bautiza la placa sintetiza estos conceptos (“Somos la fábrica que nunca para de generar más violencia, pura violencia. Naciste criado por la violencia… ¿de quién es la culpa, el error? – De todos desconfiás, los códigos no existen más”), pero hay algo de positivismo en “Fuerza” y su clamor de resistencia (“Nadie regala nada, lo tienes que ganar, conciente de esto la guardia no hay que bajar. ¿Soga para salvarte o para tu cuello estrangular? – Todo te hace más fuerte si no te puede vencer”). También se aborda un problema que parece un cáncer difícil de extirpar, como lo es la violencia de género, en “Ni un solo golpe” (“Condenada por siempre, oprimida, humillada. Él se alimenta de poder, creés no poder hacer nada. - Aislamiento, depresión, oscura agresión, creados por un cobarde, puto infeliz, que corta de raíz tus proyectos, tus anhelos, y vuelve a empezar de nuevo. No te quiebres ni toleres el abuso verbal, no te dejes oprimir, busca tu libertad, no aceptes sus disculpas, no perdones ni un solo golpe, porque no se justifica”), clavan la bandera del inconformismo en “Totalmente en contra” (“Chicos comen de un basural y vos jugando a ser un dios, no impongas más tu puta religión. ¡Basta! A la gente querés comprar, gobernante hipócrita, tus votos en la urna asegurás”), y cierran magistralmente con un manifiesto contra la dependencia del ilusorio mundo de las redes sociales (“Sin darnos cuenta todo cambió. Miremos a los ojos, miremos alrededor… ¿en qué nos estamos convirtiendo? Extraña mutación, oscuridad virtual. No tiene sentido mentirse a uno mismo. Estamos quebrando códigos, insultando el respeto, destrozando los valores, olvidando nuestras raíces. Atrapado en la red, ya nada es real, bienvenidos al nuevo mundo donde reina la hipocresía: aparentar, confundir, engañar, presumir”).
Esta vulgar demostración de poder fue registrada en Kirkincho Records de la zona oeste, con Jorge Moreno de Serpentor tras las perillas, y fue mezclada y masterizada en otro afamado estudio, La Nave de Oseberg de Capital Federal.
El arte gráfico y diseño fue desarrollado impecablemente por Pietra López, el mismo que empuña el micrófono de Osamenta, gran conjunto de la ciudad de Salto (provincia de Buenos Aires) que también está haciendo historia en el metal argentino. El booklet está enmarcado en vidrios rotos y salpicaduras de sangre, y la tapa es una cruda metáfora ilustrada con un bebé nonato cuyo propio cordón umbilical se convierte en un revólver que lo apunta, rodeado de contaminación y símbolos de muerte.
Bajo mi humilde óptica, el quinteto se posiciona entre los 5 indispensables del thrash de la Argentina, vienen peleando desde 1999 y actualmente está formado por el fundador Javier Vilaseco en batería, Sebastián Veneranda y Rodrigo Pereyra en guitarras y coros, Jonatan Audine en bajo y Enzo López en voz, uno de los mejores frontman que vi en mi vida.

Agradezco a Javier Vilaseco por acercarme este material

Aquí el lyric video de la canción "Violencia", para romperte los huesos!!!!!!!!!!