Review de El Dragón: "La Máscara de Hierro" (Reedición 2014)
Por Santiago
Pogonza
Van pasando
los años, se suceden las tendencias y revivals dentro de la música pesada, pero
hay bandas de esta que cambiando o no se mantienen inoxidables, acuñando su
status de clásico. Por eso es más que loable que se reedite no sólo un ítem,
sino toda la obra de El Dragón, gracias a su eterno líder Juan Carlos “Olaf”
Mangialavore y Fabián del Fanzine Metálica.
Este
presente disco que data de 1991 es el primero de este conjunto, que Olaf
constituyó en 1989, luego de hacer historia desde fines de los 70s con Lulú y
durante todos los 80s con Rayo X y Chykle. Fue registrado y laburado en Estudio
Panda (tal vez el mejor por esos años), y hoy se ha remasterizado con la
excelsa mano de Emiliano Obregón de Lörihen, en su Virtual Estudio. A nivel gráfico
hubo un rediseño general, exceptuando la tapa, se encuentran todas las letras,
créditos, datos técnicos, fotos y palabras alusivasa modo de prólogo, elementos
fundamentales aunque no siempre presentes en relanzamientos.
“La Máscara
de Hierro” tiene una variedad y tonelaje sonoro impresionante. Siempre
explotando los característicos estribillos de cancha, totalmente pegadizos.
(muchas veces apoyados en los coros de la vocalista invitada Claudia Curuchet).
Las canciones tienen generalmente una línea lírica épica y combativa, directa o
metafórica según el caso. Las voces y
guitarras a cargo del autodenominado “comandante del metal federalista y de los
ejércitos negros” están emparentadas con lo mejor de Barón Rojo, y la
contundente base de bajo de José “Cito” Vitulli y batería de Walter “Fantasma”
Sierra me remiten a la crudeza de Motörhead, a pesar de que, si no me falla el
oído, este último ejecutó su instrumento con un solo pedal de bombo. Y es para
aplaudir de pie la performance de teclados del hermano de “Olaf”, Francisco “Frank”
Mangialavore, que con su Hammond aporta un imperativo toque hardrockero a lo
Deep Purple y sinfónico progresivo onda Focus (de hecho hay un guiño al hit “Hocus
Pocus” de los holandeses, en la canción “Hijo de mil”), con intros, colchones y solos. Todo esto es vital en
el feeling blusero representado por
el pornográfico (!) “Blues del infierno” y la potente “Locomotora” (sigo
esperando el cover de esta por los Tren Loco…).
En las
posteriores obras perderían preponderancia las teclas, no obstante
intensificarían el trabajo técnico de los riffs y arreglos percusivos… aunque
piezas de este debut se resistirían a salir de sus setlists en vivo en más de dos
décadas y media de historia, como el himno “Soldado de metal” y la ciencia
ficción de “Hombre nuclear”.
Cuernos en
alto para este CD fundamental de la escena metálica local, recomiendo
adquirirlo y no caer en la ignominia de los piratas, los discos rusos y/o las
ediciones originales de precios abusivos.
Agradezco a
Fabián De La Torre por acercarme este material
Aquí uno de los infaltables de esta placa, el homónimo que la titula:
Muy buena reseña
ResponderEliminarMuchas gracias!!!! ImI
EliminarGracias Santiago .Un abrazo !!!
ResponderEliminarDe nada Cito, gracias a ustedes por hacer historia en el metal nacional!!
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